Hace 15 años,tal vez más, el discurso y la praxis educativa frecuentaba algunas unidades penitenciarias a modo de "visita diaria" que tenía su espacio físico en una celda, pabellón o cualquier resquicio disponible que, gracias al "encuentro entre alumnos y docentes" se transformaba en la "escuela"...
Sin embargo en los últimos tiempos, 2 o 3 años atrás, venimos escuchando un "giro a la educación" en el discurso, no en la praxis, de las autoridades del penal que tal vez tenga su correlato en las jerarquías superiores. Decimos tal vez, porque sin duda alguna la "mesa de cogestión" -no estamos seguros que este sea el nombre exacto del dispositivo, en todo caso mejor la llamamos mesa de diálogo- que comenzó a funcionar en el presente ciclo lectivo entre los actores involucrados: servicio penitenciario, escuela en sus distintos niveles, patronato, inspección, universidad -tal vez nos falte alguno- nos hace inferir una política institucional diferente por parte de las más altas jerarquías del servicio penitenciario.
Observamos con satisfacción que el "discurso educativo", volvemos a decir: no la praxis, ya no es patrimonio exclusivo de la "escuela" y, por ende, de los docentes.
Desconocemos el origen "giro", nos gusta pensar que fue producto de los resultados obtenidos con los internos que lograron permanecer en el sistema educativo. En este sentido algunos datos son bastante alentadores como lo muestra este artículo de diario Clarín: "Sólo 3 de cada 100 presos que estudian vuelven a delinquir" .
Sin embargo, la problemática educativa hoy, como nunca antes, "desborda" los límites de la institución escuela o, como lo aprendimos en nuestra formación docente, la llamada educación formal.
Claro está, que nos toca a los docentes pensar si este "desborde" es el producto de las condiciones socio históricas, o no es otra cosa que la consecuencia de los marcos interpretativos de las políticas educativas actuales proponen para el análisis de las condiciones, o bien...
Recordamos y citamos aquí un pasaje que propone Adriana Puiggrós en su "Volver a educar":
"El etnocentrismo dominó el concepto de educación, (...), haciéndolo equivalente a 'enseñanza de la escritura'. Prueba de ello es la insistencia de cierta sociología de la educación en establecer una distinción tajante entre educación formal, escolar, sistemática y formación ambiental, no formal, no sistemática."
Sin embargo,
"El conjunto de investigaciones psicoanalíticas y psicopedagógicas realizadas desde hace un siglo ha demostrado el carácter profundamente sistemático de la educación familiar, la profundidad de las normas establecidas y heredadas, su permanencia a través de los cambios económicos,políticos y sociales de mayor amplitud y la dificultad para cambiarlas. La familia es probablemente el más íntimo recinto de producción de la sistematicidad de una cultura"
De todas maneras, lo que aparece como una tarea ineludible de nosotros los docentes es ¿cuál será el papel de la escuela /educación escolar o como queramos llamarla -aunque en sentido estricto no hablamos de los mismo- en este "giro a la educación" que comienza a amanecer en las unidades penitenciarias?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario